Invierno en Mar del Plata
Paseo cultural por “La Ciudad de Mar del Plata es una opción para todas las temporadas del año. Comenzaron las vacaciones de invierno y es destino elegido por muchas familias. El Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino con su muestra interactiva de Sendra, la Feria del Libro Infantil y Juvenil, junto a opciones para los más grandes, completan la agenda. Cultura y naturaleza son los condimentos para el merecido descanso de mitad de año."
Por Leonardo
Celano
La ciudad de Mar del Plata se encuentra ubicada a 404
kilómetros al sur de la Ciudad
de Buenos Aires, Argentina. Es conocida como la Perla del Atlántico por su
historia de balneario exclusivo desde principios de siglo XX. El sinónimo de La Feliz cobró importancia a
partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando adquiere su carácter popular.
Las vacaciones de invierno se presentan como una excusa para recorrer la ciudad
sin pensar en las tardes de playa. El Museo Juan Carlos Castagnino con su
muestra de Sendra, la Feria
del Libro infantil, actividades en los teatros, y opciones para los más
grandes. Mar del Plata respira cultura en invierno.
Cuando el sol no acompaña, las opciones culturales de
la ciudad ayudan a tomar la posta. El Museo Juan carlos Castagnino, ubicado en la Avenida Colón 1189, combina
arte, historia y diversión para los más chicos. Durante estas vacaciones hay,
hasta el 20 de agosto, una muestra del artista Sendra. Vacaciones con Matías
invita a los chicos y grandes a interactuar con las ocurrencias de este
personaje en sus historietas, figuras a escala real, ambientaciones coloridas y
actividades programadas.
Los interesados pueden recorrer las muestras permanentes
de este Museo. La conocida Villa Ortiz Basualdo fue la residencia veraniega de
la familia homónima. Es uno de los últimos exponentes de la arquitectura
pintoresquista de principios del siglo XX. Utilizada por la familia entre 1910
y 1970 adquirió el estilo anglonormando actual, luego de la remodelación y
ampliación de 1919. Los diseños geométricos de “pan de bois” para la fachada y
los techos de tejas de zinc con cresterías y pináculos, le otorgaron un mayor
efecto pintoresco y la jerarquizaron entre las distintas casonas del lugar. El
enorme ventanal del entrepiso que lleva a las habitaciones nos regala una
postal de la Avenida Colón
con la Casona Villa
Alvear de fondo, y por un momento uno se siente parte de la historia, hacia
adentro y fuera de la residencia.
En el primer piso están representados varios ambientes
de lo que fue la casona: el oratorio, las salas de música y de lectura, el
comedor principal, el comedor de niños, el office para mozos, tres dormitorios,
un hall central con balcón para músicos, un toilettes y ascensor. El mobiliario
(de roble) y equipamiento (carpinterías, vitrales, luminarias, telas pintadas y
cerámicas), fue diseñado por encargo de los Ortiz Basualdo en un estilo
art-nouveau. El estilo neogótico esta representado en el oratorio y en el hall
de planta baja y el toque francés lo encontramos en la sala de música. Hasta
los más chicos curiosean por estos rincones de la casa e interactúan con sus
padres haciendo suposiciones de las formas de vida de la época.
El nombre Museo Municipal de Arte Juan Carlos
Castagnino lo toma en homenaje a este artista marplatense. Parte de su
colección se expone en el tercer piso de la residencia. Entre la vasta
producción de Castagnino y dada la repercusión popular que alcanzara, merece
destacarse la ilustración del “Martín Fierro”, poema gauchesco escrito por José
Hernández, para la editorial Eudeba (1964). En ella reinterpreta y actualiza en
la imagen de Fierro, los sufrimientos de éste y de cualquier ser humano,
dándole carácter universal al tema.
Como todo paseo despierta los sentidos, es la hora
indicada de hacer un alto para merendar. La calle Güemes es una buena
alternativa por su variedad de locales gastronómicos y confiterías. Aquí se
reanuda el juego entre grandes y chicos y se pueden combinar actividades.
Siempre acompañados por un mayor, los bajitos pueden ir hacia la Plaza del Agua, casi al
finalizar este paseo comercial, para disfrutar de la Feria del Libro Infantil y
Juvenil. Mientras mamá o papá realizan compras alternadamente, la lectura y los
juegos despiertan el interés de los pequeños.
Para los que estamos de vacaciones pero sin chicos,
también se despliega una oferta cultural variada. Al hablar de teatro en Mar
del Plata, nos remitimos mentalmente a las obras taquilleras. Sin embargo hay
un circuito local a destacar. Uno de los favoritos es el Teatro Municipal
Colón, ubicado en Hipólito Yrigoyen 1665, cuya arquitectura es una obra en sí
misma. La agenda de espectáculos es variada y atiende a todo público. Para
completar la salida bien vale la pena celebrar con un trago. Un mojito quizás,
claro. La Bodeguita
del Medio, en la zona de Güemes, nos abre paso y nos lleva de viaje más allá de
nuestras costas, entre música y comida cubana.
Las vacaciones recién comienzan y las opciones culturales no se agotan.
Pero también el pronóstico del tiempo nos anuncia días de sol con frío. Y más
allá de lo destacado de la ciudad, no tenemos que olvidarnos de su principal
protagonista. Las caminatas por la playa contemplando el mar y los atardeceres,
siempre nos renuevan el espíritu. El invierno en Mar del Plata es una buena
excusa para descansar y combinar cultura y naturaleza.
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