lunes, 24 de marzo de 2014

Casa de la Memoria y la Vida

Espacio Mansión Seré, Morón
Casa de la Memoria y de la Vida
"El Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido como la Mansión Seré o Atila, Santa María de oro 3530, Castelar, funcionó entre marzo de 1977 y principio de abril de 1978, de acuerdo a testimonios de ex detenidos desaparecidos. Sufrió dos instancias de destrucción. La primera, tras la fuga y cierre del CCD en 1978. La segunda en 1985 durante la democracia. En el año 2000, se decidió recuperar los restos de la mansión mediante una investigación arqueológica. Hoy funciona la Casa de la Memoria y la Vida."



La denominada Mansión Seré fue construida a principios del siglo XX en la propiedad de los herederos del francés Juan Seré, inmigrante dueño de una fortuna considerable gracias a la actividad ganadera.


El edificio -de forma rectangular en dos plantas y con estilo arquitectónico europeo- fue casco principal de un terreno de 60 hectáreas que luego fue loteado por los descendientes del dueño original.

En 1949, la Municipalidad de la Capital Federal adquirió la casa dentro de una fracción de 11.41 hectáreas. Hasta la década del 70 fue utilizada por el Instituto de Previsión Social, y como Casino de Oficiales de la VII Brigada Aérea de Morón, dependencia que finalmente ocupó la casa después del golpe de Estado de 1976.






En la jerga de los represores, la casa fue bautizada como “Atila” o simplemente “La Mansión”.

Se convirtió entre 1977 y 1978 en uno de los más importantes centros clandestinos de detención de la zona oeste del conurbano. Por allí pasaron centenares de personas que fueron torturadas y desaparecidas bajo la responsabilidad de la Fuerza Aérea Argentina, dependencia que comandaba la represión en la subzona 16 (oeste del Gran Buenos Aires).

Para los operativos se utilizaron otros edificios de la región como “El Chalet” del Hospital Posadas, la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA), “La Casona”(I Brigadas Aérea de El Palomar) y la VII Brigada Aérea de Morón.
 














El aparato represivo de la zona contó además con la complicidad de la Policía bonaerense, principalmente de las comisarías 1ra. de Morón, 3ra de Castelar y 2da. de Haedo.

LA FUGA
Fueron cuatro los detenidos que escaparon de la Mansión Seré. A partir de entonces, la historia del edificio dio un vuelco inesperado.

El 24 de marzo de 1978, Claudio Tamburrini, Daniel Russomano, Guillermo Fernández y Carlos García pudieron evadirse descolgándose con frazadas atadas desde una de las ventanas del primer piso de la casa. Todos estaban esposados y desnudos, a pesar de lo cual pudieron burlar los controles y salir de la propiedad en plena noche, envueltos en una lluvia torrencial.

Pocos días después de la fuga, parte de los detenidos que quedaron en la Mansión fueron llevados a otras dependencias o liberados. Luego, la propiedad fue incendiada y, más tarde, dinamitada para borrar los restos del horror y las pruebas del plan de extermino.

EN DEMOCRACIA
En 1985, a dos años de la recuperación de la democracia, la administración municipal, a cargo del intendente radical Norberto García Silva, firmó un comodato con la Municipalidad de la Capital Federal para la instalación en el predio de un complejo deportivo y recreativo llamado desde entonces Gorki Grana.

Como parte de los compromisos, el intendente de entonces acordó la demolición total de la Mansión y fue descartada cualquier intervención para la recuperación histórica del lugar.
En la década del 90, y como símbolo de uso indiscriminado de los recursos públicos, el entonces intendente Juan Carlos Rousselot pasó por alto los controles del Concejo Deliberante y ordenó construir allí otro edifico para realizar reuniones privadas a metros de la ya demolida mansión.

CASA DE LA MEMORIA Y LA VIDA

Inaugurada por el intendente Sabbatella el 1º de julio de 2000, funciona allí la Dirección de Derechos Humanos con el propósito de contribuir en la búsqueda de la verdad y la justicia, promover la memoria colectiva sobre la historia reciente y generar un espacio de participación y diálogo en torno a los derechos humanos.

En el edificio -construido por el ex intendente Rousselot para realizar reuniones privadas a metros de la demolida Mansión Seré-, se creó la Casa de la Memoria y la Vida, el primer espacio latinoamericano dedicado a recuperar y ejercitar la memoria colectiva, emplazado en el predio donde funcionó un centro clandestino de detención y torturas.

Fuente: Dirección de Derechos Humanos
Predio "Quinta Seré". Santa María de Oro 3520, Castelar. 4458-0134/35
www.moron.gov.ar/ddhh

Fotos: Archivo Opciones Turísticas.

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