viernes, 11 de septiembre de 2015

El Milagro se manifiesta en Salta

Cada Septiembre el pueblo salteño desborda de fe y fidelidad a sus Santos Patronos.

Dice la tradición que el dominico fray Francisco Victoria envió desde España un santo Cristo, como obsequio a la iglesia de Salta. La imagen llegó flotando en un cajón al puerto de El Callao, Perú, junto a otro que contenía la imagen de la Virgen del Rosario.


En el puerto de El Callao acontece el primer prodigio: la gente de la ciudad divisa los cajones flotando sobre las aguas y encuentra las dos imágenes. Nunca se supo del navío, ni de la tripulación que los traían. Cuando la comitiva llegó a Salta, se ubicó la imagen del Cristo en el Altar de las Ánimas. Pasaron 100 años y el Cristo quedó completamente en el olvido. En septiembre de 1692 comenzaron los terremotos, la ciudad de Esteco quedó destruida; pero fueron evidentes los signos de protección para la ciudad de Salta. La gente desolada se dirigió hacia la plaza y quienes entraron en el tabernáculo pudieron observar la imagen de la Virgen caída de su hornacina, en actitud suplicante.

En ese momento, el padre José Carrión sintió una voz que le decía que mientras no sacasen en procesión al Santo Cristo abandonado, no cesarían los terremotos. Con dificultad bajaron la imagen y las campanas llamaron a la primera procesión en donde una multitud clamó misericordia, y acabaron los temblores. Entre aquellos primeros hombres y mujeres, y el Cristo y la Virgen se selló el Pacto de Fidelidad; un pacto que año tras año renovamos. Los pobladores del interior de la provincia llegan a pie en procesión desde sus lejanos lugares de origen, trayendo sus imágenes para participar. El Cristo y la Virgen, luego de la renovación del Pacto de Fidelidad, regresan a la Catedral, y antes de entrar una lluvia de pétalos de claveles rojos, blancos y rosados cae desde el campanario al compás del repique de campanas y los pañuelos blancos de los fieles las despiden.
Peregrinos de los valles.. Cachi, Payogasta, La Poma. . . .en camino al Santuario
www.catedralsalta.org

Los peregrinos:
Una mirada destacada se merecen los peregrinos que desde lejanos rincones y parajes, caminan o cabalgan durante días y noches, bajo el sol, la lluvia o el frío con una fe cautivante.
Es emocionante vivir la llegada de estos grupos, formados por niños, jóvenes, madres con bebés, adultos y ancianos, que cantando y aplaudiendo abrazan a sus patronos; por su parte la Catedral les da una jubilosa bienvenida con repique de campanas.

Mayor Información: Sitio Web Catedral Basílica de Salta: http://www.catedralsalta.org/

Fuente: www.turismo.salta.gov.ar // www.catedralsalta.org

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