LOS ANTIGUOS, Pcia. de Santa Cruz.
UN VALLE FÉRTIL EN EL CORREDOR DE LA RUTA 40.
Foto: Opciones Turísticas. |
Por Leonardo Celano. *
¨ Ubicada en el extremo Noroeste de la Provincia de Santa Cruz, en las cercanías de la margen sur del Lago Buenos Aires, la localidad de Los Antiguos es una parada obligada en el corredor de la Ruta 40. Junto a la ciudad de Perito Moreno, distante a 57 km. , es el punto de referencia para disfrutar los encantos patagónicos, las chacras productoras de frutas finas y la Cueva de las Manos. ¨
La Patagonia argentina es un lugar en donde por momentos el mundo parece detenerse. Sus paisajes impactan en nuestra mente como postales que luego son plasmadas por nuestras cámaras fotográficas. La localidad de Los Antiguos es un claro ejemplo. Está ubicada en el extremo noroeste de la Provincia de Santa Cruz, en las cercanías de la margen sur del Lago Buenos Aires, a sólo 7 kilómetros de la vecina localidad de Chile Chico, en Chile.
Junto a la cercana localidad de Perito Moreno, ubicada a 57 kilómetros, es una parada obligada para los turistas, en su mayoría extranjeros, que realiza el corredor de la Ruta 40. Pero no sólo estos, sino los viajeros que se encuentran en la costa patagónica de la Provincia de Santa Cruz, emprenden la aventura hacia la cordillera.
El punto de partida mayormente elegido es Caleta Olivia, distante a 300 kilómetros, sobre la costa del Océano Atlántico. El bus de línea sale muy temprano de la terminal y no es extraño encontrar a turistas europeos con sus típicas vestimentas de excursionistas de montaña, desayunando de acuerdo a sus costumbres. Durante el trayecto el bus recorre extensas planicies onduladas de estepa patagónica. Pasan desapercibidas a nuestros ojos acostumbrados a divisar grandes extensiones de tierras despobladas. Pero no para nuestros visitantes que van de un lado a otro del vehículo plasmando imágenes con sus cámaras fotográficas.
La parada final es en la puerta del Hotel Los Antiguos Cerezos, en Los Antiguos. Luego de atravesar la avenida 11 de Julio con su boulevard bordeado de construcciones típicas de la zona, y su Municipalidad pintada con colores vivos. Nos espera un reconfortante almuerzo y descanso. Así el visitante estará listo para descubrir los encantos de esta localidad cuyo nombre es una traducción del vocablo Tehuelche I Keu Kenk, que significaría ¨ los antepasados ¨ o ¨ los antiguos ¨ haciendo referencia a un recóndito espacio sagrado de los antiguos Tehuelches.
Las primeras horas de la tarde resguardan la calma del poblado y es el momento ideal para adueñarse del lugar caminando sus calles y subir las escalinatas hacia el Mirador Uendeunk (espíritu bueno). Desde allí y junto al Monumento al Tehuelche, se obtiene varias vistas del lago y del pueblo. También podemos divisar el predio en donde se realiza todos los Enero, la Fiesta Nacional de la Cereza.
Pero como excursionistas inquietos, lo mejor es contratar un auto con chofer para completar la visita a los mejores rincones del pueblo. El mirador del valle se encuentra a 2 kilómetros tomando el camino hacia el Monte Zeballos. Allí observamos el río Jeinimeni, la región chacarera, los métodos de riego, y el marco imponente del lago con la formación del Cerro Castillo, siempre nevado. Por otro lado, el lugar de esparcimiento para los locales es el Lago Buenos Aires. Sus aguas azules y profundas permiten la práctica de la pesca en toda su ribera, además de la navegación. Su muelle y playas volcánicas invitan a pasar las tardes de verano con familia y amigos, mate por medio.
El almuerzo ha quedado lejos y luego de recorrer estos lugares se acerca la hora de reponer fuerzas. El atardecer va de la mano con la necesidad de lo dulce. Es tiempo de visitar las chacras, que son también casas de familia y nos acercan una variada oferta de productos. Podemos adquirir y degustar dulces, tortas, licuados, escabeches y más de 30 variedades de licores. Nos atienden los propios dueños quienes nos llevan a recorrer los distintos cuadros de producción.
La tentación fue mucha y la vuelta al hotel la realizamos cargando las bolsas con los frascos de conservas y licores, esperando que lleguen a destino final. Los restaurantes ya tienen movimiento y la cena es servida temprano. Un lugar con mesas decoradas e iluminadas con velas y madera de ciprés en la construcción, es atendido por sus dueños europeos, que eligieron la Patagonia argentina como su lugar en el mundo. Músicos tocando en vivo y una turista francesa, que lejos de tener vergüenza, nos regala baladas cantadas en su idioma. El cielo a tres colores producto del atardecer con la cordillera de fondo, una trucha marrón arco iris a la crema y el entorno del restaurante nos dejan sin palabras. La magia de estos parajes habla por nosotros.
La noche nos regala sus bajas temperaturas muy comunes en estas latitudes. El vino de la cena nos ayuda a pensar en el descanso. El amanecer nos espera para dar inicio a un día muy especial. Ya hemos contratado al transportista que nos llevará a la excursión de día completo a Cueva de las Manos, ese incomparable testimonio de la civilización que precedió a los Tehuelches. Pero los detalles de este maravilloso rincón de nuestra Patagonia merece un capítulo exclusivo.
La Patagonia argentina es un lugar en donde por momentos el mundo parece detenerse. Sus paisajes impactan en nuestra mente como postales que luego son plasmadas por nuestras cámaras fotográficas. La localidad de Los Antiguos es un claro ejemplo. Está ubicada en el extremo noroeste de la Provincia de Santa Cruz, en las cercanías de la margen sur del Lago Buenos Aires, a sólo 7 kilómetros de la vecina localidad de Chile Chico, en Chile.
Junto a la cercana localidad de Perito Moreno, ubicada a 57 kilómetros, es una parada obligada para los turistas, en su mayoría extranjeros, que realiza el corredor de la Ruta 40. Pero no sólo estos, sino los viajeros que se encuentran en la costa patagónica de la Provincia de Santa Cruz, emprenden la aventura hacia la cordillera.
El punto de partida mayormente elegido es Caleta Olivia, distante a 300 kilómetros, sobre la costa del Océano Atlántico. El bus de línea sale muy temprano de la terminal y no es extraño encontrar a turistas europeos con sus típicas vestimentas de excursionistas de montaña, desayunando de acuerdo a sus costumbres. Durante el trayecto el bus recorre extensas planicies onduladas de estepa patagónica. Pasan desapercibidas a nuestros ojos acostumbrados a divisar grandes extensiones de tierras despobladas. Pero no para nuestros visitantes que van de un lado a otro del vehículo plasmando imágenes con sus cámaras fotográficas.
La parada final es en la puerta del Hotel Los Antiguos Cerezos, en Los Antiguos. Luego de atravesar la avenida 11 de Julio con su boulevard bordeado de construcciones típicas de la zona, y su Municipalidad pintada con colores vivos. Nos espera un reconfortante almuerzo y descanso. Así el visitante estará listo para descubrir los encantos de esta localidad cuyo nombre es una traducción del vocablo Tehuelche I Keu Kenk, que significaría ¨ los antepasados ¨ o ¨ los antiguos ¨ haciendo referencia a un recóndito espacio sagrado de los antiguos Tehuelches.
Las primeras horas de la tarde resguardan la calma del poblado y es el momento ideal para adueñarse del lugar caminando sus calles y subir las escalinatas hacia el Mirador Uendeunk (espíritu bueno). Desde allí y junto al Monumento al Tehuelche, se obtiene varias vistas del lago y del pueblo. También podemos divisar el predio en donde se realiza todos los Enero, la Fiesta Nacional de la Cereza.
Pero como excursionistas inquietos, lo mejor es contratar un auto con chofer para completar la visita a los mejores rincones del pueblo. El mirador del valle se encuentra a 2 kilómetros tomando el camino hacia el Monte Zeballos. Allí observamos el río Jeinimeni, la región chacarera, los métodos de riego, y el marco imponente del lago con la formación del Cerro Castillo, siempre nevado. Por otro lado, el lugar de esparcimiento para los locales es el Lago Buenos Aires. Sus aguas azules y profundas permiten la práctica de la pesca en toda su ribera, además de la navegación. Su muelle y playas volcánicas invitan a pasar las tardes de verano con familia y amigos, mate por medio.
El almuerzo ha quedado lejos y luego de recorrer estos lugares se acerca la hora de reponer fuerzas. El atardecer va de la mano con la necesidad de lo dulce. Es tiempo de visitar las chacras, que son también casas de familia y nos acercan una variada oferta de productos. Podemos adquirir y degustar dulces, tortas, licuados, escabeches y más de 30 variedades de licores. Nos atienden los propios dueños quienes nos llevan a recorrer los distintos cuadros de producción.
La tentación fue mucha y la vuelta al hotel la realizamos cargando las bolsas con los frascos de conservas y licores, esperando que lleguen a destino final. Los restaurantes ya tienen movimiento y la cena es servida temprano. Un lugar con mesas decoradas e iluminadas con velas y madera de ciprés en la construcción, es atendido por sus dueños europeos, que eligieron la Patagonia argentina como su lugar en el mundo. Músicos tocando en vivo y una turista francesa, que lejos de tener vergüenza, nos regala baladas cantadas en su idioma. El cielo a tres colores producto del atardecer con la cordillera de fondo, una trucha marrón arco iris a la crema y el entorno del restaurante nos dejan sin palabras. La magia de estos parajes habla por nosotros.
La noche nos regala sus bajas temperaturas muy comunes en estas latitudes. El vino de la cena nos ayuda a pensar en el descanso. El amanecer nos espera para dar inicio a un día muy especial. Ya hemos contratado al transportista que nos llevará a la excursión de día completo a Cueva de las Manos, ese incomparable testimonio de la civilización que precedió a los Tehuelches. Pero los detalles de este maravilloso rincón de nuestra Patagonia merece un capítulo exclusivo.
Por Leonardo Celano.
Para OPCIONES TURÍSTICAS
Foto: Opciones Turísticas. |
PRESENTACION DE LA XXIII FIESTA NACIONAL DE LA CEREZA 2012
Pasaron 23 años de aquel primer festival, donde nació la idea de sacar adelante este lugar maravilloso que tiene Santa Cruz, recordó el Intendente Oscar Sandoval junto a los integrantes del Club “Don Juan Rearte” de Los Antiguos y remarco que la Fiesta Nacional de la Cereza comenzó a fin de catapultarlo hacia el objetivo buscado que era “no solo que conozcan el lugar, sino también que el productor de esta fruta que no se conocía, y hoy se paladea en distintos países de Europa”, pudiera vender este producto fuera de nuestro limite local.
6,7 y 8 de enero de 2012 Fiesta Nacional de Cereza 2012. Se presentarán artistas regionales y nacionales. Habrá desmotraciones de doma y jineteadas y la elección de la Reina Nacional. http://www.losantiguos.tur.ar/
Pasaron 23 años de aquel primer festival, donde nació la idea de sacar adelante este lugar maravilloso que tiene Santa Cruz, recordó el Intendente Oscar Sandoval junto a los integrantes del Club “Don Juan Rearte” de Los Antiguos y remarco que la Fiesta Nacional de la Cereza comenzó a fin de catapultarlo hacia el objetivo buscado que era “no solo que conozcan el lugar, sino también que el productor de esta fruta que no se conocía, y hoy se paladea en distintos países de Europa”, pudiera vender este producto fuera de nuestro limite local.
6,7 y 8 de enero de 2012 Fiesta Nacional de Cereza 2012. Se presentarán artistas regionales y nacionales. Habrá desmotraciones de doma y jineteadas y la elección de la Reina Nacional. http://www.losantiguos.tur.ar/
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