Teatros
argentinos.
Cada
Teatro es parte de la identidad cultural de los pueblos. La posibilidad de
expresarse de sus artistas. La conjunción perfecta de todas las artes en su
arquitectura, decoración, diseño. En sus obras, festivales, musicales. El
teatro es magia. Es importante para el habitante del lugar como para el
visitante, que no solo aprecia su valor histórico-cultural. Conservar,
identificar y valorar cada sala teatral es parte de nuestra tarea como legado (
Leonardo Celano). " El teatro sigue siendo el arte más completo en materia
de comunicación. Un ser humano frente a otro ser humano y a partir de allí, la
magia". (Rita Terranova).
Arquitectura moderna
en la Ciudad
de Buenos Aires.
Teatro San Martín.
Emblema del Movimiento Moderno, maduro
por la clara adecuación de sus postulados a las particulares características de
Buenos Aires, el Teatro San Martín aparece como corolario del período
racionalista de la década del 40 e inaugura un nuevo lenguaje arquitectónico
signado por un explícito ordenamiento funcional, materializado sin excesos y
basado en una potente neutralidad.
A principios de 1953 el entonces
intendente de Buenos Aires, el arquitecto Jorge Sabaté, encaró parte del Plan
de Obras Municipales mediante la contratación de alrededor de 20 estudios de
arquitectura para la ejecución de las mismas. El estudio de Mario Roberto
Alvarez y Macedonio Oscar Ruiz fue el seleccionado.


El cuerpo A, sobre avenida Corrientes,
es un prisma perfecto que abarca todo el ancho del solar y en su apilamiento
ubica en los niveles inferiores los halles de acceso de público en doble
altura, seguido de 6 pisos de oficinas y rematando con una sala de cine de 250
butacas.

El cuerpo C, con ingreso desde calle
Sarmiento, alberga el edificio de los escenarios y sus funciones técnicas y
artísticas de apoyo, talleres, camarines y salas de ensayo, cada uno con sus
núcleos circulatorios independientes.
En la planta baja libre el proyecto
reformula este concepto fundacional del Movimiento Moderno transformando su
interior en una continuidad del espacio urbano, valiéndose de la transición que
opera la gran marquesina sobre la vereda, al acotar al escala en el ingreso
desplegándose luego en las actividades del hall y la sala de exposiciones como
un continuo fluir.
Desde la ciudad, en la noche, la
planta baja se abre como un escenario donde el movimiento del público desde y
hacia las salas cobre protagonismo en una escala colosal, mientras que de día
la situación se invierte y es desde este “interior sereno” que la vista hacia
la ciudad y su frenesí revela el antagonismo entre ambos mundos.
El complejo comprende tres salas de espectáculos: La Sala Casacuberta, destinada a teatro de cámara o isabelino; la Sala Coronado, para teatro y danza contemporánea; y la Sala Cabanellas, destinada a expresiones experimentales. Además, integran el conjunto una torre de oficinas administrativas y un microcine en el último piso.

Fuente: Centro Internacional para la Conservación del
Patrimonio Argentino y Guía de Patrimonio Cultural de Buenos Aires.
Fotos: Archivo Opciones Turísticas.
Fotos: Archivo Opciones Turísticas.
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